El 17 de agosto de 2022 Nuestro «Libertador», es considerado como el principal héroe y prócer nacional. Además, sus expediciones militares fueron fundamentales en las luchas por la emancipación de Chile y Perú. El cruce de los Andes en 1817, la segunda cordillera más alta del planeta, es considerado hasta el día de hoy una de las hazañas militares más destacadas del mundo.

José de San Martín, un caudillo respetado y astuto estratega militar, vio la luz en el año 1778 en Yapeyú, un pueblito en lo que ahora es Argentina. Su infancia transcurrió en un contexto donde las tensiones y cambios típicos de la época colonial tuvieron su rol en moldear su posterior inclinación por la causa independentista.

La transformación de San Martín, de ser un soldado fiel al ejército español a convertirse en un firme paladín de la autonomía sudamericana, marcó un proceso influenciado por la reflexión y la evolución de sus ideales. Este cambio culminó en su decisión de dar batalla por la liberación de su patria y otras naciones hermanas.

En ese recordado cruce de los Andes en 1817, San Martín mostró su maestría estratégica y una profunda sintonía con las fuerzas geográficas y climáticas de la región. Ese arriesgado movimiento llevó a la Batalla de Chacabuco, un enfrentamiento que cambió el rumbo de la lucha por la independencia. El triunfo de las fuerzas guiadas por San Martín sobre los realistas no solo aseguró la liberación de Chile, sino que mandó un mensaje de perseverancia y valentía a otros territorios bajo dominio español.

La campaña hacia Perú representó otro hito clave en la vida de San Martín. Con tácticas innovadoras y la capacidad de convocar a las tropas, desafió el poderío de las fuerzas realistas, allanando el camino hacia la independencia peruana. La entrada triunfal en Lima en 1821 marcó un punto de inflexión en la búsqueda de la libertad en América del Sur.

A pesar de su éxito en el campo de batalla, San Martín entendió la importancia de la estabilidad política y la consolidación de las instituciones democráticas. Esta conciencia lo llevó a tomar la difícil determinación de renunciar al poder que había conseguido y exiliarse en Europa. Durante sus años en el extranjero, viviendo en lugares como Francia y España, su presencia seguía siendo una fuente de inspiración para aquellos que ansiaban la independencia y la justicia.

El legado de José de San Martín trasciende su vida y es parte del entramado mismo de la historia sudamericana. Su compromiso incansable, su valentía indomable y su visión de un continente libre y autónomo siguen siendo admirados y respetados en países como Argentina, Chile y Perú. Las estatuas, los monumentos y las calles que llevan su nombre son un testimonio duradero de su influencia y su contribución a la formación de naciones independientes. El coraje y la convicción de San Martín han dejado una marca profunda en la historia, inspirando a las generaciones futuras a luchar por la justicia y la libertad.